jueves, 17 de julio de 2008

Polito Vega

Ayer me encargaron escribir algo sobre Polito Vega, un locutor de radio puertorriqueño que lleva casi cincuenta años pinchando música salsa en la radio neoyorquina. Llegó a la ciudad en el año 1959 para convertise en cantante y acabó como presentador de radio. Una noche fue a visitar a un amigo, Julio César Cabán, que dirigía uno de los pocos programas que se hacían en español. Cabán le pidió a Polito que le anotara todos los nombres de la gente que llamaba y se los dijera en abierto. El productor del programa lo estaba escuchando, y seducido por esa voz, se dirigió a la emisora y le pidió a Polito que viniera más veces a practicar. A los pocos días, Cabán caía enfermo de hepatitis y el puertorriqueño ocupaba su lugar.

Por aquel entonces, en la Gran Manzana no había casi emisoras de radio en español, y las pocas que emitían lo hacían a tiempo parcial. Fue Polito Vega quien introdujo los ritmos cubanos como el mambo, el son cubano o la guaracha en la ciudad norteamericana. Era algo nuevo. La única música latina que se oía entonces eran las piezas románticas de los boleros. A principios de los setenta, toda esa música cubana de ritmos bailables se popularizó, y Polito y su compañía la Fania la bautizaron con el nombre por el que es mundialmente conocida: salsa. En efecto, la palabra salsa nació en Nueva York, del mismo modo que todas sus grandes voces: Tito Fuentes, Tito Rodríguez, Machito, Cheo Feliciano, etc. Todos grabaron en la ciudad de Woody Allen, aunque sus nombres los identifiquemos con lugares más exóticos, y desde allí expandieron su música a todo el Caribe y Sudamérica en la década de los ´70, por muy extraño que parezca.

Fue en esa misma década cuando el empresario cubano Raúl Alarcón abrió la primera emisora completamente en español: WBNX. Alarcón contó con el locutor puertorriqueño para dirigir uno de los programas que más fama alcanzaría, "Salsa con Polito". El carisma de ese personaje tan histriónico cautivó no sólo a los hispanos de Nueva York: en 1988, el alcalde Koch nombró el 3 de agosto - fecha de nacimiento del locutor - día oficial de la ciudad. A principios de los ´90, se le empezaba a conocer como el Rey de la radio, una distinción que se hizo oficial por todos los profesionales del medio en un ceremonia poco solemne (qué coño, estamos hablando de salsa, no de premios Nobel).

Desde 1989 hasta la actualidad (y disculpen la profusión de fechas), el Polito Vega tiene su espacio de salsa clásica todos los fines de semana en La Mega, otra de las emisoras hispanohablantes. No sólo es un refugio para los amantes de esa música; se trata de una bocanada de aire limpio para las gentes de esta ciudad, independientemente de la etnia a la que queden adscritas. Sin duda alguna, un hálito de vida, un respiradero en el desierto, una invitación a la vida.

Tal vez ese jocoso locutor se jubile el año que viene, si es cierto que permanece fiel a su palabra de retirarse a los cincuenta años de profesión. En Nueva York ya es alguien bastante reconocido. Sin embargo, apenas se sabe quién es en el mundo hispanohablante. Es más, me pareció de lo más encantador que la wikipedia francesa haya sido la única en dedicarle una entrada. A mi juicio, una señal inequívoca de muy buen gusto. Amén de ofrecer, por otra parte, una muestra más de los extraños derroteros que ha seguido la música salsa por todo el mundo.

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