viernes, 6 de junio de 2008

Carlos Fuentes en el MET

Ayer me enviaron a cubrir una conferencia del escritor mexicano Carlos Fuentes al Museo Metropolitano de Nueva York (MET). Conozco al Fuentes ensayista, pero no he leído al novelista. Por fortuna para mí, esta vez se trataba de escuchar al primero. Y no lo digo por devoción al personaje - que le tengo poca. Lo digo porque Fuentes me aburre. He leído los artículos que publica en la prensa española, es decir, en El País, como éste de aquí. Y pocos más en alguna revista. Sus ideas están plagadas de tópicos de la izquierda biempensante. No dice nada original, ni que haga pensar. Más bien adormece al espectador con su retahíla de ideas prêt-à-porter de izquierda . Esta vez tocaba hablar del bicentenario de la independencia de las colonias americanas. Dejando a un lado la precocidad de la celebración, y también el hartazgo de la efeméride (en España vivimos dos o tres por año. Una pesadilla), he de reconocer que alguna de las preguntas que formuló Fuentes me parecieron muy pertinentes. Aquí va una: ¿Por qué Latinoamérica sigue estancada en el subdesarrollo después de doscientos años de independencia?, una gran pregunta omniabarcadora de todo lo humano y lo divino, de las esencias y las presencias, con sus ausencias y demás eminencias. Es decir, pura verborrea.

Sus respuestas, todavía más pertinentes, deslumbraban por su originalidad: "La base de la desigualdad en América Latina es la exclusión del sistema educativo. La estabilidad política, los logros democráticos y el bienestar económico no se sostendrán sin un acceso creciente de la población a la educación". Nada escapó del catálogo teológico de la izquierda latinoamericana: Latinoamérica se encuentra en la encrucijada entre el neoliberalismo y el populismo; "votos o botas" (citando a Felipe González); las amenazas del libre comercio; la identidad cultural; el amigo-enemigo norteamericano ("un gran país a pesar de sus brotes xenófobos y leyes antiinmigración". Vamos, un me gustas pero eres un hijo de puta)... Amén.

Digo que fue una suerte para mí ir a escuchar al Fuentes ensayista porque uno ya parte de la idea - poco alentadora, por cierto - de que ya sabe lo que va a escuchar. No va a haber sorpresas. Así que la noticia ya se puede escribir antes de que empiece el acto. Escuchando a Carlos Fuentes le asalta a uno la siguiente duda: ¿estamos frente al discurso de un funcionario?

(Para una mayor profundización en la vertiente literaria e intelectual de Carlos Fuentes, léase este espléndido ensayo que Enrique Krauze publicó hace veinte años en la revista Vuelta).

3 comentarios:

Anónimo dijo...

No sé de que hablas pero te quiero mein Schatz!!

Mgb dijo...

Krauze firma este mes un lúcido artículo sobre el fracaso del liberalismo. Mucho más estimulante que el estólido Fuentes.

Preciosa la canción de Bruce. No la conocía. Y eso que me consideraba bastante fan.

Saludos y enhorabuena por el blog, y por vivir en NY trabajando de periodista. De qué es el periódico? Cómo se consigue eso?

Happel

Mgb dijo...

En Latinoamérica, el fracaso del liberalismo en Latinoamérica.