miércoles, 25 de junio de 2008

¿Qué Torre Giratoria en Nueva York?

Ayer un arquitecto italiano, David Fisher, convocó a los periodistas en el Hotel Plaza de Nueva York para presentar su proyecto de Torre Dinámica o Giratoria. Con música de Wagner, inauguró a bombo y platillo la "arquitectura del futuro". Leo en las ediciones de El País y El Mundo la nota de EFE. Muy simpática. Un breve resumen del abultado dossier de prensa que repartieron a todos los periodistas. El New York Times, que por algo es el primer periódico del mundo, publicó la nota escéptica de Associated Press, mucho menos amable que la de EFE. AP se tomó la molestia de hurgar un poco, no mucho, pero lo suficiente para intuir que se trataba de un acto de promoción del proyecto. Me encanta cómo empieza: "Un arquitecto italiano...". No habla de ese tal Fisher hasta el cuarto párrafo. Quién coño es ese tío. Poco se sabe. Por el tipo de recepción que obtuvo de los medios neoyorquinos, lo podría haber presentado en Madrid. Allí el acto publicitario hubiera tenido más éxito. Todos saben quién es David Fisher. O al menos eso es lo que se desprende de la nota de los medios hispanos.

No, de momento no se va a construir ninguna Torre Giratoria aquí. Fisher la ha presentado para buscar promotores e inmobiliarias. Hay algo apalabrado. Pero ningún dato que confirme con seguridad que esa Torre Disneyland se vaya a erigir aquí (en Dubai y en Moscú tal vez sí, pero no en Nueva York). Tampoco esa arquitectura del futuro, ecológica, verde que te quiero verde, es la del futuro. Ese tipo de edificaciones inaugura las ciudades-parque-temático. Dubai, por ejemplo. Los anglosajones han sido más escépticos con ese "arquitecto visionario", tal y como se promociona él mismo, que los latinos. Los primeros llegaron al hotel, desayunaron y aguantaron con estoicismo la presentación a lo Blade Runner. Los segundos fueron más agradecidos con el florentino, y por lo que escribieron, las napolitanas fueron de su gusto. En el turno de preguntas, el periodista del sensacionalista New York Post le espetó razonablemente: "¿cuándo me puedo trasladar allí y cuánto me costará el alquiler?". Ayer mismo se podía hacer la reserva para la Torre de Dubai. Yo ya he hecho la mía. El del Wall Street Journal le soltó la pregunta planiana: "Y esto, ¿quién lo paga?". Luego se marchó. En la edición digital del WSJ no aparece nada.

Yo también me fui.

Post Scriptum. Nosotros, que tenemos la culpa.

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