miércoles, 4 de junio de 2008

La capital de la ciencia

La semana pasada se celebró la primera edición del World Science Festival en Nueva York. No podía ser menos. La capital mundial de las finanzas y la cultura tiene que ser, consecuentemente, la capital mundial de la ciencia. Hoy en día, ninguna sociedad desarrollada puede obviar el factor científico (bueno, sí, hay una). Para empezar, porque es el conocimiento científico lo que determina su desarrollo. Emilio Lamo de Espinosa lo dijo así, y así es. Nueva York alberga ahora, según el presidente de la New York Academy of Science, Ellis Rubinstein, el mayor número de estudiantes de ciencias y alumnos postdoctorales. También ha dado cobijo a 127 premios Nobel, que han estudiado o enseñado aquí. Y más datos que harían sonrojar el árido campo científico español (no hace falta repetirme, me remito al artículo de Rubinstein).

En España llevamos ya un largo tiempo (al menos, a mí ya se me ha hecho largo) vanagloriándonos de ser la octava economía del mundo. Sin embargo, una economía de ladrillo y playa no es una economía. Es puro analfabetismo. En el mundo de las ciencias y las tecnologías de la información, esto es, en el mundo contemporáneo, España ocupa un lugar que se adecua a su condición de país puntero en ciencias: somos el país de la brecha digital y del rumor. Sobre el primero, se ha ocupado hoy el gran Arcadi Espada en un imprescindible artículo (como todos los que escribe) en El Mundo. Por lo que hace al segundo, la gran aportación de nuestro país a la era digital ha sido el de volcar el 70% de todos los rumores que corren por Internet. Una proeza para un país con tan pocos internautas (unos 20 millones en 2007), si lo comparamos con Estados Unidos o China (que superan los 220 millones de usuarios). Algo que, por cierto, dice mucho de nuestra cultura científica, al preferir la superstición y la emotividad a la información racional y empíricamente contrastada.

Pero volvamos a Nueva York, que está más cerca. Decía que no podía ser menos que el primer Festival Mundial de la Ciencia se haya celebrado en esta ciudad. La capital cultural del mundo no puede ser tal simplemente por las artes y las letras. En el mundo anglosajón, por fortuna, no se mutila la palabra cultura y se lanza la ciencia a las secciones de sociedad, donde merodean los perros, los violadores y los obispos. Nadie que se considere medianamente culto e informado puede obviar que la ciencia es tan necesaria en nuestras vidas como la literatura y el arte. Al menos en Nueva York, y en el resto del mundo desarrollado, lo entienden así. Y esto es lo que hace de Nueva York no sólo la capital mundial de la ciencia, sino, simple y llanamente, la capital del mundo.



Post Scriptum: no os perdáis diez minutos de la vida de un gran escritor:

3 comentarios:

Verónica dijo...

Hola,

Le traigo un par de enlaces acerca de la rumorología olímpica española:

http://alt1040.com/2008/06/no-espana-no-es-responsable-del-70-de-los-rumores-en-internet/

http://personales.ya.com/josumezo/malaprensa/2008/06/rumores.html

Un saludo y felicidades por este fino blog.

Verónica P.

Baroudeuse dijo...

Hey Javi,
te parece muy cientifico comparar el numero de internautas de China (con mas de mil millones de habitantes) con el de España que tiene menos de 50 millones habitantes...?

Baroudeuse dijo...

Ui, que veo que he sido un poco agresiva - no era mi intencion, era mas en rollo mofarme de ti , como lo hacemos siempre :-P Pues, seguro que lo habias entendido. Muchos besos de Madrid

P.S. Fui al bingo con Diego hoy, y gané!!! todas la abuelas querian matarme, aunque tenia solamente linia, jaja