martes, 10 de junio de 2008

Tips

En la Barcelona anarquista de Homenaje a Cataluña, Orwell observó un hecho más que curioso: los camareros no aceptaban propinas. No porque lo tuvieran prohibido. Las razones que dio Orwell - si es que dio algunas - no las puedo recordar. Pero tal vez la renuncia a esa práctica se debiera a la ruptura con el viejo orden capitalista que aquellos simpáticos anarquistas detestaban. Quién sabe.

No hay costumbre que pueda irritar más a un europeo, especialmente a un español, que el de las propinas. Las tips. Un abuso, pensamos muchos. La consideración viene de origen: en España no damos nunca propinas; simplemente nos deshacemos de la chatarra que no queremos en nuestros monederos. Recuerdo cuando mi amigo A., dominicano residente en Nueva York, visitó Madrid por primera vez. Siempre que íbamos a pagar la cuenta, A., por automatismo, dejaba entre tres y cinco euros de propina. Si no le hubiéramos disuadido en el empeño, quizá los camareros hubieran salido corriendo detrás nuestro para decirnos "¡Eh, que os dejáis el cambio!". O quién sabe si le hubieran hecho la ola.

En Nueva York la costumbre es dar entre el 15 y el 20% de lo que cuesta el servicio en propinas. Esa es la norma en todo el país. Según James Surowiecki, del New Yorker, esa práctica se adoptó después de la Guerra Civil americana (1861 - 1865). Sólo la oposición de algunos grupos antipropinas ha logrado que ese hábito, considerado por algunos como una costumbre absurda, se haya prohibido en seis estados (entre ellos, la poderosísima California).

Los americanos justifican esa práctica con el siguiente argumento, veraz en sus premisas pero pernicioso en sus consencuencias: los sueldos de los camareros son bajísimos, cuando perciben alguno, y la propina es lo que les salva de la miseria. Ya hay restaurantes que la incluyen en la cuenta. Aunque la mayoría sigue dejándolo a la elección del cliente (por algo se llama propina). Más de un europeo despistado se ha olvidado o le ha dejado un poco de chatarra (esto último, constituye una afrenta para el camarero. No lo hagáis).

El mejor debate que he presenciado sobre las propinas es este diálogo tarantiniano, de la película Reservoir Dogs. Si no queréis escuchar las consideraciones sobre el Like a Virgin de Madonna, saltad al minuto 3,42 (cortesía del Blog del Salmón).



Aquí la versión original. Mucho mejor.

2 comentarios:

Miquel dijo...

Muy bueno el tema de las propinas, cuñado... que pongas un ejemplo de alguien que se acordó de los pobres ingenieros toca la fibra sensible... ;)

Enga nano, cuídate y disfuta a tope!

Forgotten Youth dijo...

Las propinas, eso es lo mas que me gusta de Spain, que no hay que darlas. En PR y en la mayoria de los estados de la union es asi. A proposito, los "meseros" o "camareros" les pagan muy por debajo del minimo federal. Por ejemplo, si el minimo es $7.25, pues a ellos les pagan $3.50 la hora porque se entiende que con la "propina" empatan su sueldo. En muchos casos, si es un restaurant de lujo de esos que cuestan los platos cien dolares o mas, pues los meseros pueden llegar a hacer mucho dinero porque el tipo de clientela que acude son gente adinerada que dejan hasta mas del 15%.

Incluso, los "bartenders" viven de los tips. Ellos pueden llegar a hacer mucho dinero de solo trabajar un "weekend" sirviendo tragos en un bar. Hay gente que les deja entre 2 a 5 dolares por cada trago que piden, so te puedes imaginar con cuanta "pasta" terminan en una sola noche.

p.s. Quentin es la ostia.



Yoel